Abogados:
Defensores son los ángeles de la guarda: Ellos nos acompañan durante
la vida, son testimonios «del polvo que somos hechos», de nuestras
flaquezas y de nuestras luchas. Responsables, en nuestra compañía, de
nuestra salvación, ciertamente interceden por nosotros ahora, y sobre
todo, en la hora de nuestra muerte.
Adoradores:
«Vino otro ángel y, teniendo un incensario de oro, se paró delante
del altar; le fueron dados muchos perfumes para que los pusiese con las
oraciones de todos los santos sobre el altar de oro, que está ante el
trono de Dios» (Ap 8, 3). «Otra vez, cuando introduce al primogénito
en la redondez de la tierra, dice: "Todos los ángeles de Dios le
adoren"» (Hb 1, 6).
Alegría:
Los ángeles son portadores de alegría: «Le dijo Tobit: "No
llores; salvo llegará nuestro hijo y salvo volverá a nosotros; tus
ojos le verán. Porque creo que el ángel bueno de Dios le acompaña y
que encamina bien todo lo que le pertenece, para que vuelva a nosotros
con gozo"» (Tb 5,26-27). «Habiendo entrado el ángel a donde
estaba, dijo: "Dios te salve, llena de gracia, el Señor es
contigo, bendita tú entre las mujeres"» (Lc 1, 28).
Amigos:
«Tenga confianza con el ángel de la guarda. Trátelo como al amigo íntimo
que él es, y él le sabrá prestar mil y un servicio en los asuntos
corrientes de cada día». Amigo verdadero es aquel que, a pesar de
conocer nuestros defectos, él nos ama. Los ángeles son nuestros
amigos: «Los ángeles de la guarda no nos abandonan».
Ángel:
Viene
de una palabra griega que significa «mensajeros». En la Sagrada
Escritura reciben sus nombres según su aspecto, tarea (castigar,
ayudar, proteger etc.), o su relación con Dios. Algunos de esos nombres
han pasado del hebreo a nuestra lengua, como Gabriel (fuerza de Dios),
Rafael (medicina de Dios) o Miguel (¿quien como Dios?), otros nombres
de ángeles permanecen o traducidos o en sus nombres originales y no son
tan conocidos. Hay otros como Cassiel que no tiene fundamento bíblico,
que nunca recibirán aprobación de la Iglesia.
Ángel
de la guarda:
«Considerando esto fue a casa de María, madre de Juan, que tenía por
sobrenombre arcos, en donde estaban muchos congregados y orando. Tocando
él a la puerta del patio, una muchacha llamada Rode, salió a escuchar.
Luego que conoció la voz de Pedro, por el gozo no abrió la puerta,
sino que corrió adentro y dijo cómo Pedro estaba en la puerta. Ellos
le dijeron: "Tú estás loca". Pero ella afirmaba que así
era. Ellos decían: "Es un ángel"» (Hch 12, 12-15).
Arcángel:
Palabra de origen griego compuesta de «arkhos» que significa «jefes»
y «angelos» que significa «mensajero». Son espíritus angélicos que
pertenecen al coro superior de los ángeles. San Gregorio dice de ellos
que se llaman así porque «anuncian las noticias más importantes». A
ellos pertenecen: Miguel, Rafael y Gabriel. Las liturgias orientales y
san Ambrosio colocan a Uriel también en este rango.
Buen
espíritu:
en oposición a al espíritu. Ambos pueden influenciar en nuestra vida,
podrán. Dios no permitirá que seamos tentados por encima de nuestras
fuerzas. El buen espíritu, los ángeles, pueden más que los espíritus
malos, pues los primeros cuenta con la fuerza de Dios.
Celadores:
«Mirad de no despreciar a uno de estos pequeñuelos, porque os digo que
sus ángeles en los cielos ven siempre la cara de mi Padre, que está en
los cielos» (Mt 18, 10).
Compañeros
de camino:
«Poco a poco los iré desterrando de tu vista hasta que te multipliques
y poseas la tierra» (Ex 23, 30). «El Señor, en cuya presencia ando,
enviará su ángel contigo y enderezará tu camino» (Gn 24, 40).
Consoladores
de Jesús:
«Se apartó de ellos con un tiro de piedra y, puesto de rodillas, oraba
diciendo: "Padre, si quieres pasa de mí este cáliz; pero no se
haga mmi voluntad, sino la tuya". Un ángel del cielo que le
confortaba se le apareció. Puesto en agonía, oraba con mayor
vehemencia» (Lc 22, 41-43)
Defensores:
«Mas ahora os recomiendo que tengáis buen ánimo porque no se perderá
ninguno de vosotros sino solamente el navío. Porque esta noche se me
apareció el ángel de Dios, de quien yo soy a quien sirvo, diciendo:
"No temas, Pablo, es necesario que comparezcas delante de César; y
he aquí que Dios te ha hecho gracia de todos los que navegan
contigo". Por lo cual, amigos, tened buen ánimo, porque confío en
Dios que será así como se ha dicho» (Hch 27, 23-23).
Evangelizadores:
Un ángel auxilia a San Pablo en la evangelización: «De noche una visión
fue mostrada a Pablo: se le puso delante un hombre macedonio que le
rogaba y decía: "Pasa a Macedonia y ayúdanos". Después que
tuvo la visión procuramos ir a Macedonia, certificados de que Dios nos
había llamado para predicarles el Evangelio» (Hch 16, 9-10).
Fieles:
«Los ángeles son fieles, son prudentes, son fuertes ¿Por qué
tenerles miedo? Basta que los sigamos, unámonos a ellos y habitaremos
bajo la protección de Dios del cielo» (san Bernardo).
Gabriel
Arcángel:
«A los espíritus que anuncian hechos menores se les llaman "Ángeles";
los que llevan las noticias más importantes "Arcángeles".
Fue por esto que a la virgen María no fue enviado un ángel cualquiera,
sino el arcángel Gabriel; para esa misión, era justo que viniese el máximo
ángel para anunciar la máxima noticia. A María es enviado Gabriel,
que significa "Fuerza de Dios": venía a anunciar a aquel que
se dignó aparecer humilde para combatir el poder del al (aire). Por lo
tanto debía ser anunciado por la fuerza de Dios, Señor de los ejércitos,
que venía poderoso en el combate» (san Gregorio Magno).
Guardianes:
«Porque mandó a sus ángeles cerca de ti para que te guarden en todos
tus caminos. Te llevarán en sus manos, para que tu pie no tropiece en
piedra» (Sal 90, 11-12).
Guías:
Rafael sirve de guía a Tobías: «Salió Tobías, y halló un gallardo
joven que estaba ceñido y como para salir de viaje. Sin saber que era
un ángel de Dios, le saludó y le dijo: "De dónde eres tú,
joven" Él respondió: "De los hijos de Israel". Tobías
le dijo: "¿Sabes el camino que va a la región de los medos?"
"Sí, lo sé"; le respondió, "he andado muchas veces
todos esos caminos y he posado en casa de Gabael, nuestro hermano, que
mora en Ragués, cuidad de los medos que está situada en el monte de
Ecbátana". Tobías le dijo: "Espérame, te ruego, mientras
aviso a mi padre de todo esto". Entro Tobías y contó todas esas
cosas a su padre. Admirado el padre de ello, le rogó que entrase en su
casa» (Tb 5, 10).
Héroes:
Los ángeles reciben el nombre de héroes en la Biblia: «Bendecid al Señor,
todos sus ángeles, héroes y poderosos mensajeros» (Sal 102. 20).
Intercesores:
«Nuestras necesidades suben con las alas de la oración, y la ayuda de
Dios baja con las alas de los ángeles» (san Basilio).
Jerarquía
angélica:
La jerarquía angélica está compuesta de nueve coros celestiales
llamados:
1.
Serafines (Is 6, 2).
2. Querubines (Gn 3, 24).
3. Tronos (Col 1, 16).
4. Dominaciones (Ef 9, 21).
5. Virtudes (Ef 9, 21).
6. Potestades (Rm 8, 38).
7. Principados (Rm 8, 38).
8. Arcángeles (Jd 9).
9. Ángeles (Lc 15, 10).
«Porque
en él fueron creadas todas las cosas que hay en los cielos y en la
tierra, las visibles y las invisibles, ya sean tronos o dominaciones,
principados o potestades; todas fueron creadas por él y en él mismo»
(Col 1, 16).
Juicio
Final:
En el último día, en el Juicio final: «Entonces enviará a sus ángeles
y congregará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo de
la tierra hasta el extremo del cielo» (Mc 13, 27).
Liberadores:
«Entonces, levantándose el príncipe de los sacerdotes y todos los que
estaban con él, (que es la secta de los sadueos), se llenaron de
envidia; prendieron a los apóstoles y los metieron en la cárcel pública.
Pero el ángel del Señor, abriendo de noche las puertas de la cárcel y
sacándolos fuera, les dijo: "Id y, presentándoos en el templo,
predicad al pueblo todas las palabras de esta vida". Ellos, cuando
oyeron esto, entraron por la mañana en el templo y enseñaban. Llegó
el Sumo Sacerdote y los que estaban con él, convocaron el Sanedrín y a
todos los ancianos de los hijos de Israel y enviaron a la cárcel para
que los trajesen» (Hch 5, 17-21).
Mensajeros:
«El ángel del Señor, puesto en pie a la derecha del altar del
incienso, se le apareció. Zacarías al verle se turbó y el miedo se
apoderó de él. El ángel le dijo: "No teas, Zacarías, porque tu
oración ha sido escuchada y tu mujer Isabel te dará un hijo; le pondrás
por nombre Juan. Será para ti alegría y regocijo, y se alegrarán
muchos de su nacimiento, porque será grande delante de Dios; no beberá
vino, ni bebida fermentada y será lleno de Espíritu Santo desde el
vientre de su madre"» (Lc 1, 11-15; cfr. Mt 1, 20; 2, 13; Lc 1,
11).
Miguel
Arcángel: Miguel o Michael significa: «¿quién como Dios"»
«Todas las veces que se trata de grandes hechos, dice que Miguel es el
enviado, porque el propio nombre es aquello que da entender que ninguno
puede por sí mismo hacer o que Dios quiere destacar. Por eso, el
antiguo enemigo, que por soberbia pensó ser igual que Dios, diciendo:
"Subiré al Cielo, encima de los astros del cielo, erigiré mi
trono, seré semejante a Dios", en el fin del mundo, cuando será
abandonado a sus propias fuerzas para ser destruido en el extremo
suplicio, peleará contra el arcángel Miguel» (san Gregorio Magno).
Número
de los ángeles:
Son muchos, Jesús lo dijo: «¿Por ventura piensas que no puedo rogar a
mi Padre y me enviará al momentos más de doce legiones de ángeles?» (Mt
26, 53; cfr. Hb 1, 14; Ap 1, 4).
Nuncio:
Significa «ángel» o «mensajeros», el oficio más específico de los
espíritus angélicos.
Obedientes:
«Bendecid al Señor todos sus ángeles, poderosos en fortaleza que sois
ejecutores de su palabra, para obedecer a la voz de sus órdenes.
Bendecil al Señor todos sus ejércitos; vosotros, sus servidores, que
hacéis su voluntad» (Sal 103, 20-21).
Protectores:
«Están aquí para proteger, para ser útiles. En verdad, en buena hora
enviados por Dios, no nos es lícito ser ingratos para con ellos, que
con tanto amor a él obedecen y en tantas necesidades nos auxilian»
(san Bernardo).
Querubines:
La Biblia habla a veces de los querubines, ángeles de primera categoría.
Ellos vigilan la puerta del paraíso (Gn 3, 24), son considerados como
portadores de Dios (Sal 17, 11). En la famosa visión de Ezequiel,
cuatro querubines de fuego, cada uno de ellos con rostro de un animal
diferente -hombre, león, toro y águila- con manos y pies de hombre y
con alas, conducen el carro de Dios (Ex 1, 10).
Rafael
Arcángel:
«Rafael significa "Dios cura". porque al tocar los ojos de
Tobías que en un acto de cura, quitó las trabas de su ceguera. Quien
fue enviado a curar, con justicia fue llamado "Dios cura"»
(san Gregorio Magno).
Serafines:
En la visión de Isaías (Is 6, 2.6) se menciona a los serafines, seres
con seis alas, rostro, anos y pies, que se encuentran delante del trono
de Dios.
Serenidad:
San Ignacio recomendaba a sus hijos espirituales: «Deseo ver en
nuestras voces la caridad, y el celo por las almas, y la serenidad
inalterable de los ángeles».
Servidores
de Jesús:
Es la constante del Nuevo Testamento ésa es la finalidad de los ángeles:
«Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a
Salatiel, Salatiel engendró a Zorabel, Zorabel engendró a Abiud, Abiud
engendró a Eliaki, Eliakim engendró a Azor» (Mt 1, 12-13).
Servidores
de los hombres:
«Y para que en las alturas nada falte en la obra de nuestro cuidado envías
tus santos espíritus a servirnos, les confía nuestra guarda, ordena
que se tornen nuestros pedagogos» (san Bernardo).
Tutores:
«Amemos con ternura a los ángeles como futuros coherederos, de cuanto
esperamos, confiemos en nuestros intendentes y tutores otorgados por el
Padre como nuestros guías» (san Bernardo).
Unir
contemplación y acción:
Dice Jesús respecto a los ángeles de la guarda de los niños: «Mirad
de no despreciar a uno de estos pequeñuelos, porque os digo que sus ángeles
en los cielos ven siempre la cara de mi Padre, que está en los cielos»
(Mt 18, 10). ¡Sería tan bueno poderlos imitar! Poder cuidar de la vida
frenética de un niño, que no es poco trabajo, y al mismo tiempo
contemplar la faz del Padre celestial es una gran gracia.
Vencedores:
«Hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles atacaron al
dragón. Y también atacaron el dragón con sus ángeles, pero éstos no
prevalecieron y nunca más se encontró lugar para ellos en el cielo.
Fue lanzado fuera aquel dragón, aquella antigua serpiente que se llama
Diablo y Satanás, que engañaba a todo el mundo; fue arrojado a la
tierra y sus ángeles fueron lanzados con él» (Ap 12, 7-9).
X,
en matemáticas, es una incógnita. Es la solución que se procura en un
problema. Los ángeles nunca se presentan como solución, por sí mismo,
pero la indican. La solución definitiva es Dios que es nuestro
principio y fin. Los ángeles son como señales en una encrucijada, nos
indican el camino cierto hacia Dios. |