Características
físico-químicas
Conocido
también como Rubí de Transilvania y Morganita, debe su gama tonal
desde rosa pálido hasta rojo fuerte, a la presencia de partículas de
manganeso en sus espacios in- terreticulares. Al igual que todos los cuarzos,
puede ser transparentes o
traslúcidos,
según el grado de impurezas o fracturas, y su alto grado de refringencia
dicroica uniaxial lo convierte en un excelente canalizador de la energía. Los
yacimientos más importantes, la mayoría de ellos de características
aluvionales, se encuentran en la Selva Negra, Brasil, Estados Unidos, México,
Irlanda y Escocia.
Propiedades
terapéuticas físicas, psíquicas y emocionales
Considerada
en el antiguo Egipto como la piedra del amor sagrado, la gemoterapia moderna la
utiliza fundamentalmente para cerrar heridas sentimentales y mitigar el dolor
por la pérdida o alejamiento de los seres amados.
Como
consecuencia colateral de esta propiedad, también estimula el amor
incondicional por nuestros semejantes y la autoestima en sus facetas más
positivas.
Su
color rosado lo hace un excelente complemento para la rodocrosita, especialmente
aplicados sobre el chakra del corazón, donde fortalecen el vértice cardíaco y
regulan su ritmo, la circulación sanguínea y la presión arterial.
Cuando
el paciente no ha recibido de niño el amor o afecto necesarios (e
imprescindibles), para desarrollar una sana y fuerte imagen positiva de sí
mismo, inconscientemente asumirá que no ha hecho méritos suficientes para
merecer el amor de los demás. Eso lo sumirá en un sentimiento de inutilidad
y falta de confianza en sí mismo, que invariablemente transmitirá a su propia
descendencia. Una vez detectado el problema, la aplicación de un cristal o una
drusa de cuarzo rosa sobre el chakra del corazón, rodeado por una tríada de
rodocrositas con uno de los vértices hacia el chakra laríngeo, hará que
comiencen a disolverse esos bloqueos emotivos y comunicacionales que dificultan
la capacidad de dar y recibir afecto.
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